Constitución Política:
Art. 18: “Los costarricenses deben observar la Constitución y las leyes, servir a la Patria, defenderla y contribuir para los gastos públicos.”
Art. 84: “La Universidad de Costa Rica es una institución de cultura superior que goza de independencia para el desempeño de sus funciones y de plena capacidad jurídica para adquirir derechos y contraer obligaciones, así como para darse su organización y gobierno propios. Las demás instituciones de educación superior universitaria del Estado tendrán la misma independencia funcional e igual capacidad jurídica que la Universidad de Costa Rica.”
La humanidad, en la década que apenas inicia, ha tenido que enfrentar una de las mayores crisis sanitarias de su historia, el alcance y las implicaciones de esta condición aún no se han terminado de definir. Costa Rica enfrenta, al igual que otras naciones, serios problemas económicos y se aproximan escenarios tenebrosos. Las siguientes reflexiones son un llamado a la unidad.
Es urgente señalar que el problema económico que enfrenta el país no es producto de la pandemia, dicha eventualidad lo que ha hecho es acelerar un proceso que ha venido desarrollándose desde hace ya casi una década: la desaceleración económica, sumada al incremento del déficit fiscal por la ausencia de medidas económicas que logren incrementar la recaudación de los sectores que principalmente evaden o eluden y que acumulan más riqueza.
Estos últimos elementos no son descubrimientos recientes que fueron publicados en un video por la Oficina de Divulgación (ODI) de la Universidad de Costa Rica con base en algunos resultados preliminares de una investigación en desarrollo; esto es una realidad ya reconocida en diferentes Informes del Estado de la Nación, así como en informes propios de la Contraloría General de la República e incluso el Ministerio de Hacienda que en la investigación realizada en el año 2015 titulada “Incumplimiento Tributario en Impuestos sobre la Renta y Ventas 2010-2013”, señalan que para el 2013 se presenta un 8,22% del Producto Interno Bruto (PIB), de la elusión, mora y evasión a consecuencia del incumplimiento del Impuesto General de Ventas y el Impuesto Sobre la Renta.
Entonces, ¿por qué FIFCO o Steve Aronson se apresuraron a dar una “respuesta” al video universitario?, ¿por qué un empresario corporativo menciona en medios públicos que mantiene una comunicación permanente y directa con la rectoría de una de las Universidades Públicas para hablar sobre el tema?
La valoración clara que hacemos de esta situación es que se han tocado sensibilidades que hasta el momento se encontraban aquietadas; y más que eso, se tocó a quienes ni el fisco logra tocar, o sea, a los grupos de poder económico de este país. Estos sectores, que aparentan operar de forma responsable y comprometida con el país, aparecen respondiendo directamente al video de la ODI porque saben que están detrás de ellos. Su modus operandi está dirigido por una maquinaria importante de abogados y de ingenieros económicos que conocen la letra menuda de las leyes que han promovido -como consta en las actas del congreso de la República- para que fueran aprobadas a su medida. Es claro que mantienen una postura definida de un lado de la acera y sin asco marcan la cancha cuando les conviene. Lo de una sola Costa Rica es solo una metáfora de mal gusto que a veces tienen que usar para “salir adelante con lo de la pandemia”.
Cuando los ofendidos ejecutan llamadas permanentes y amenazas con procesos penales contra los académicos que investigan y presentan resultados que no son de “agrado” porque tocan puntos sensibles, solamente reflejan cómo la Constitución Política del país les interesa muy poco. Es fundamental entender que la Constitución es un acuerdo social; un acuerdo que parece se olvida cada vez más o les importa cada vez menos.
Adicionalmente, resulta muy grave y preocupante que exista un hostigamiento e injerencia directa sobre la autonomía universitaria (sus investigaciones y profesionales), por parte de los grupos de poder económico.
Es de suma importancia subrayar el párrafo anterior, ya que si se atenta contra la autonomía universitaria, ¿qué va a pasar en un futuro? ¿solo se realizarán trabajos que no cuestionen a las élites? Realmente eso es lo que le convendría a algunos grupos de poder, que nadie se pregunte el porqué del incremento en la desigualdad social y ellos vanagloriándose en Forbes sobre los millones de dólares que tienen, mientras a la mayoría le falta el pan.
En esencia ninguna investigación es una santa palabra, todos los elementos dentro de la ciencia se encuentran ante el paredón del cuestionamiento y ante la súbita posibilidad de refutarse. Si la investigación es preliminar ¿por qué tanto alboroto? Si por la víspera se saca el santo, queda en evidencia que lo que se está investigando toca sensibilidades e intereses muy particulares.
Este es un manifiesto de apoyo a quienes investigan y estudian cuestiones que resultan de interés para toda la población costarricense: como lo son los estados financieros, y los aportes sociales de empresas y sociedades anónimas que generan grandes riquezas. Además, es un llamado a la unión y al debate entre sectores, para que de este modo se pueda construir una sociedad más equitativa y justa.