LXV
CORRIDO A MARISELA ESCOBEDO
Voy a cantar el corrido
de una mujer especial
que deja en vergüenza
al gobierno
por su incapacidad.
Corría el mes de diciembre
en la ciudad de Chihuahua
ella pedía justicia
para su hija asesinada.
Rocío Marisol se llamaba
la víctima del marido,
Sergio era el nombre el joven
que resultó un asesino.
La policía del Estado
famosa no por su eficiencia
detuvo al joven confeso
y se le dictó sentencia.
Oigan señores la historia
más absurda del gobierno,
de la justicia y los jueces
que lo declaran absuelto.
Marisela Escobedo
madre de la victimada
busca que se haga justicia
en su lucha solitaria.
Persiguió al fugitivo
y lo ubicó varias veces,
y brillaban por su ausencia
los policías y los jueces.
Valiente como las madres
que han perdido a sus hijas,
saca fuerzas de flaqueza
y exige y pide justicia.
Se planta frente a la casa
donde dirige el Gobierno,
y sola cuelga sus mantas
y sola vive su infierno.
Surgido de entre las sombras
un extraño se le acerca,
intercambia unas palabras,
y ella busca refugio, cerca
de la puerta del gobierno
una vez más bien cerrada,
y el extraño la asesina
quedando esta acción grabada.
Acción cobarde y brutal
queda imborrable estampada
en la cámara de seguridad
que no le aseguró nada.
Vuela, vuela, buitre negro
llévate entre tus alas
está acción tan tembeleque
de un gobierno indiferente.
Vuela, vuela, palomita
llora bajo el ancho cielo
la tragedia en Chihuahua
de Marisela Escobedo.
© Carmen Amato Tejeda. 2006