La comunicación es uno de los aspectos esenciales de la vida. Incluso las plantas encuentran mecanismos para transferir información entre especímenes de la misma especie y otras especies. Los otros animales nos brindan ejemplos valiosos sobre lo que es una comunicación efectiva, de los cuales debiéramos de aprender, en tanto que humanidad.
Una abeja recorre un espacio. Encuentra una flor. En la flor degusta el polen. Esta abeja regresa a su colmena. En una serie de movimientos en forma de la figura de un “8”, la abeja le indica a las demás dónde se encuentra la flor con polen. Se queda en la colmena. Las demás, siguiendo su mensaje, van y encuentran la flor.
La comunicación es efectiva en tanto que no hay engaño. El mensaje es claro y simple y conduce a una acción esperada. La acción que se espera beneficia a todo el enjambre. Tanto la abeja que encontró el polen como las que lo llevan a la colmena se benefician de su trabajo colectivo y si alguien interviniera en su comunicación, probablemente el resultado sería el hambre y la muerte de la colectividad.
Se nos ha dicho desde la interpretación moderna de los filósofos griegos que la humanidad es superior a la naturaleza, en tanto posee razón. El término griego empleado para referirse a “razón”, también significa “lenguaje”. Por lo tanto, se ha enfatizado que la humanidad es algo separado de la naturaleza y superior a esta en tanto que posee un lenguaje específico. En el caso de la lingüística, Ferdinand de Saussure, caracterizará este lenguaje distintivo de la humanidad, como un lenguaje articulado.
El lenguaje es indispensable para la comunicación. Existen distintos tipos de lenguaje que van desde la comunicación entre las plantas hasta los distintos lenguajes informáticos. Pero todos los lenguajes tienen como finalidad comunicar mensajes, intercambiar información y crear mecanismos adecuados para afrontar los problemas de la vida de una mejor manera.
Sin embargo, no todos los lenguajes cumplen con esa finalidad esencial e intrínseca del lenguaje de la vida. En este sentido, el más defectuoso de todos los lenguajes es el propiamente humano.
La calidad de los mensajes, los sesgos ideológicos que limitan el intercambio de información y los mecanismos, muchas veces retrógrados, que se generan a partir de nuestros lenguajes, reducen al absurdo las pretensiones de que la humanidad es superior al resto de la naturaleza por tener razón y, por consiguiente, lenguaje.
En el paleolítico, ningún individuo tenía una conciencia vertical, en tanto que todos y todas éramos necesarias para la existencia de la comunidad. La comunidad no se consideraba superior al resto de la naturaleza, ya que más bien era vulnerable ante los devenires cotidianos de la existencia. En ese contexto, se desarrolló un lenguaje articulado. Ya el homo helderbengensis, espécimen precedente del neandertalensis y el sapiens, tenía desarrollado el mentón lo suficientemente como para articular palabras. Esto iba de la mano con el desarrollo de una conciencia abstracta de la vida y de la muerte, manifiesta en la fabricación de herramientas y el arte decorativo. Todos los procesos comunicativos se dirigían a desarrollar mecanismos adecuados para afrontar los problemas de la vida desde una perspectiva colectiva.
En el neolítico, el clima del Holoceno brinda las condiciones para que se desarrolle la agricultura y la ganadería. Esto da paso al surgimiento de la arquitectura. Este es el punto de mayor potencialidad creativa de la humanidad. No posee las ciencias o los conocimientos y su lenguaje es capaz de crearlos y recrearlos para mejorar los mecanismos adecuados para vivir. Sin embargo, con el surgimiento de profesiones de segundo orden o no relacionadas directamente con la producción (administración, sacerdocio, vigilancia, etc.) y el aumento de la producción hasta llegar al excedente, algunos comienzan a considerarse superiores a los y las demás y para imponerse como tales, ameritan de un discurso que justifique su pretendida superioridad, como algo natural o divino.
Aquí el lenguaje humano sufre un quiebre y, a diferencia de la comunicación realizada en el paleolítico y entre las demás manifestaciones de la vida, la comunicación humana deja de buscar únicamente mecanismos para afrontar los problemas de la vida desde una perspectiva colectiva y también busca legitimar complejos esquemas de dominación.
El lenguaje crea el mundo. Para eso, el lenguaje tiene que ser dinámico. Solo mediante la comunicación se dinamiza el lenguaje. El movimiento del lenguaje a través de la comunicación es histórico. Del neolítico a la actualidad, los mecanismos generados para legitimar diferentes esquemas de dominación (racismo, patriarcado, androcentrismo, clasismo, capitalismo, genocidio, etc.), se han conformado de un modo tan complejo que han debilitado la búsqueda, e incluso la comprensión de la posibilidad de la existencia y la generación de mecanismos para afrontar los problemas de la vida, desde una perspectiva comunitaria.
Este debilitamiento e incomprensión no se debe a que tales mecanismos no sean posibles. Se debe a los sesgos de la información. Desde la década de 1920, autores del conductismo político como Harold Lasswell, han generado proyectos para determinar determinadas secuencia de estímulo-respuesta, en el plano de lo político, a través de los medios de comunicación.
El boom de la aplicación perversa de estas teorías se da a partir de la década de 1970, cuando surge la televisión como un mecanismos de producción de imágenes-discursos. De modo paralelo, disciplinas inmorales como la mercadotecnia comienzan a estudiar a la humanidad en tanto que mercado para determinar sus gustos y vender millones de millones de nada, generando basura, desinformación y saturación cognitiva.
En la actualidad, la comunicación masiva occidental está controlada por aproximadamente cinco emporios trasnacionales de la comunicación. Estos emporios se ven amenazados por el surgimiento de nuevas plataformas como Youtube y el proceso de deslegitimación que están viviendo con la caída de Estados Unidos como imperio hegenómico, resultado de la actual tercera guerra mundial.
Estos emporios monopolizan con mayor fuerza lo que concierne al periodismo político para dirigir masivamente a la población, información sesgada que provoca determinados mecanismos de estímulo-respuesta, a favor del dominio pretendidamente imperial de Estados Unidos y una visión occidental y occidentalizada de la existencia. El mecanismo de terror más grande es hacernos pensar que en Occidente se encuentra el orden y que fuera del discurso político occidental, no hay nada más que caos.
Retornemos un momento a las abejas para reflexionar lo que pasaría si en este momento un noticiero como Telenoticias o un periódico como La Nación, interfiriera en el modo de comunicarse entre los individuos. ¿Qué clase de organización social tendría la colmena? ¿Existiría la colmena? y, de existir, ¿Qué calidad de vida potenciaría en los individuos?
Nuestra tarea fundamental como medios de comunicación alternativa es crear nuevos lenguajes, hacer visibles aquellos modos de expresión existencia y política que han sido invisibilizados por los medios de comunicación masiva y promover un pensamiento crítico, capaz de generar mecanismos adecuados para afrontar los problemas de la vida, no en función de los intereses que afectan la comunicación masiva, sino de cada individuo, cada localidad, cada región y el mundo en general.
Debemos recuperar, reapropiarnos de la comunicación. En la Cátedra Virtual Autónoma de Filosofía Política estamos cerca de lanzar oficialmente nuestra propuesta de educación popular, la cual tiene como un sustento teórico una apropiación situada de la teoría de la comunicación asertiva, despojándola de los principios verticales que la convierten en una farsa para la educación y la empresa, para potenciar mejores condiciones para la discusión política. Esta rama del proyecto pretendemos llevarla a distintas comunidades del país. Esta es una medida entre muchas otras, pero muchas medidas son necesarias.
¿Qué otras medidas son necesarias? El encuentro, la alianza estratégica y el aprovechamiento de los espacios entre distintos medios de comunicación alternativa en el país y Nuestra América. El poder dominante tiene la mayor difusión, la mayor cobertura, el mayor financiamiento, pero no nos tiene a nosotros y a nosotras. Nosotros y nosotras nos tenemos a nosotros y a nosotras. Nosotros y nosotras somos quienes podemos organizarnos de una manera diferente para fortalecer nuestros espacios, llegar a más personas y proponer nuevas ideas, ajenas al conductismo político reproducidos a través de los medios de comunicación masiva.
Es en este sentido que nuestros medios deben buscar alianza, dialogarse, sentirse, pensarse juntos y extenderse. Bajo esta lógica, el día de hoy nos es muy grato informarles del acuerdo entre el diario digital Más allá de la Cortina y Radio Machete, el cual consiste en que Radio Machete tendrá un espacio dentro de nuestro medio digital para re-publicar sus transmisiones y así ir acercando sentimientos rebeldes y mentes críticas, para dinamizar la discusión sobre la política e ir potenciando herramientas adecuadas para las luchas sociales que estamos viviendo y que se nos vienen, en la tercera década del siglo XXI.
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