¿Cuántas veces hemos escuchado la palabra feminismo en el último año?
Cuando las mujeres empezaron a contemplar la necesidad de que hubiese equidad de género hace ya más de dos siglos, muchas de las personas de la época las llamaron locas. Cuando en 1850, mujeres provenientes de distintos espacios se empezaron a organizar, de la mano con el movimiento obrero estadounidense, en la búsqueda de la transformación social, las citaron como desvergonzadas. A inicios del siglo XX, cuando grupos de mujeres de diversos espacios convocaron a la aprobación del sufragio femenino, les gritaron extremistas. Cuando a inicios de la década de los setenta, mujeres y estudiantes marchaban buscando el fin de la Guerra Fría, las nombraron radicales. Sin embargo, el movimiento feminista no paró en ninguna de estas ocasiones y no ha parado hoy día.
En Costa Rica, el movimiento feminista se remonta a inicios del siglo XX, con la fundación de la Liga Feminista Costarricense (1923), impulsada por un grupo de ex alumnas del Colegio Superior de Señoritas y estudiantes activas del mismo. El papel que jugaría Ángela Acuña Braun como presidenta de la primera organización de esta índole en el país sería de gran importancia para la posterior validación del voto femenino, ratificado en 1950. No obstante, a pesar de que esta organización tuvo un papel bastante importante en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, poco se ha hablado de los movimientos auto-gestionados más recientes.
Sin duda, las preocupaciones que aquejaban a las feministas del siglo XX, no han dejado de estar en vigencia en el presente siglo. La búsqueda de igualdad de oportunidades y validación de derechos en condiciones dignas sigue siendo una interrogante sin responder, en nuestro país. A pesar de que se han logrado importantes avances en distintos campos, las mujeres en Costa Rica (y en muchos otros países) continuamos manteniendo una posición desventajosa, en comparación a nuestros compañeros varones.
Si bien es cierto, en el 2020 muchas mujeres podemos acceder a trabajos que anteriormente eran catalogados como masculinos, aún sigue existiendo una importante brecha salarial entre hombres y mujeres, la cual varía de acuerdo al país, sector y empresa en el que se labore; pero que aún así, no deja de acrecentar las disparidades que nos han atravesado durante siglos.
En el campo de derechos humanos parece que aún el día de hoy las mujeres nos encontramos atrapadas ante un sesgo conservador que nos niega la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos, inclusive aunque esto signifique el deterioro en nuestra salud física y mental, al no estar preparadas o no desear llevar a cabo un proceso de gestación.
Cuando reclamamos por la igualdad sanitaria entre mujeres del centro y las zonas rurales se nos sanciona, alegando que deberíamos estar agradecidas por lo que ya tenemos; inclusive cuando el EBAIS más cercano quede a más de dos horas caminando para muchas mujeres de comunidades indígenas.
Tal parece ser que las mujeres continuamos siendo ciudadanas de segunda categoría, y que cuando decidimos alzar la voz por nuestras compañeras que ya no pueden a causa de un feminicidio en lugar de aceptar la inoperancia de distintas instituciones, este suele ser justificado.
Estos ejemplos nos demuestran que al día de hoy la lucha feminista continua siendo necesaria, y que ésta en su forma más completa debe contemplar la intersección de las actrices desde sus propias trincheras. No hay feminismo si este no contempla a las mujeres rurales, pobres, indígenas, negras, mujeres trans y todas las diferentes formas que nos contemplan como portadoras de un cuerpo femenino.
El 2019 fue un año de gran impulso para el movimiento feminista, este año no nos podemos quedar atrás. La emergencia sanitaria del Covid-19 nos ha mantenido en confinamiento, aislamiento que en muchas ocasiones significa estar en casa con un agresor. Bajo este contexto nace la iniciativa de abrir un espacio para que las distintas voces que no han querido ser escuchadas, tengan un espacio para levantarse. Dentro de esta sección, los diferentes artículos periodísticos abordarán temas relacionados a las vivencias que las mujeres tenemos, desde diferentes espacios, especialmente en la búsqueda de resistencia y autonomía.
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